Las estadísticas demuestran que los fallos de diseño son un problema inherente al sector de las tecnologías de la información. Por lo general, un cliente insatisfecho con un proyecto que se demora, que sobrepasa el presupuesto o que no responde a las especificaciones acordadas reclamará daños al proveedor. Incluso si sus alegaciones son infundadas, los costes legales derivados de la investigación, defensa y gestión de la situación pueden llegar a ser muy elevados.
La protección ofrecida por nuestra novedosa solución adaptada a la sociedad de la información se compone de tres partes (por estos motivos es la más completa e innovadora en el mercado):
Empresas del ámbito TMT, entre otras: